On 15 mar 2010 4 comentarios

Padre, yo sé que en mis primeros años tuviste la esperanza de que siguiera tus pasos y me convirtiera, como tú, en un gran abogado. Supongo que es algo que ocurre seguido entre padres e hijos.

Sé también que pronto desechaste la idea cuando entendiste que yo había desarrollado una tortuosa incapacidad de sacar provecho de las situaciones y de las personas valiéndome de la manipulación y la viveza criolla. Supongo que aquella fue una buena decisión de tu parte.

Pero algo pasó, padre, el lunes anterior mientras jugaba poker con mis amigos: presencié una injusticia (banal, trivial, pero injusticia al fin); y, mientras esta injusticia era puesta en práctica a través del manoseo bajo de nuestras propias reglas y con el consentimiento risueño de los presentes, mi cabeza le encontraba la vuelta a la tuerca, el espacio muerto en la regla, la traducción personalizada de la letra pequeña en el contrato: La venganza que se valida en el diente por diente.

Y sí padre, esta carta es parte de aquella venganza planeada desde hace 168 horas. Venganza que caerá pronto sobre los asesinos pokareros, sus cómplices y sus encubridores, y venganza que será efectiva y libre de toda culpa.

Empiezo a pensar, padre, que quizás nos apresuramos un poco en despreciar mis aptitudes maquiavélicas. Quizás, simplemente, la malicia es algo que todos llevamos dentro y es solo cuestión de encontrar el momento y el lugar para dejarla que explote sobre los rostros, quizás no es más que una habilidad innata que se cultiva y se perfecciona con el uso y la práctica.

Dicen que nunca es tarde para aprender nuevos vicios y nuevas trampas. Esta venganza es mi comienzo, ya veremos como termina.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cool
cyrano

Markeins dijo...

Estimados editor y co-editor. Lamento mucho el hecho de que las cosas hayan tenido que llegar a este nivel, sin embargo me parece que por el buen vivir de todos es necesario que se genere una tregua.

Por temas del trabajo no he podido llegar a tiempo a las dos últimas fechas, por ello no sabia en el dilema en el que se encontraban, si deploro un tanto la actitud tanto de la persona que solicitó como el cómplice silencio de aquellos que permitieron que a ustedes dos se los mida con la misma vara que al resto, en lo que tiene que ver con los comentarios “obligatorios” al blog.

No es que ustedes deban tener algún tratamiento especial ni nada por el estilo, sino que a mi criterio personal, el mismo hecho de tomarse el tiempo de redactar y editar el blog en la forma en la que lo hacen, por si sola, los hace invulnerables a la penalidad a la que nos habíamos sometido los Holdem en caso de no opinar/comentar. Esto sin mencionar siquiera que las entradas son de un nivel intelectual bastante elevado.

Afortunadamente/Desafortunadamente nos encontramos entre un grupo de amigos entre los cuales debe prevalecer siempre el respeto y la honestidad, por lo cual les pido a todos reflexionar al respeto y si bien es cierto que considero que los comentarios no deberían ser obligatorios, si pienso que muchas de las entradas merecen al menos una opinión de las partes involucradas. Dije desafortunadamente debido a que en no pocas ocasiones, debido al grado de amistad existente entre los Holdem, las reglas o normas que nos habíamos establecido han sufrido variaciones en base a la conveniencia o no de ciertas personas. Es mas yo mismo he tenido que callar algunas veces en las que esto ha sucedido por pensar en el bienestar general.

En este caso, solamente recalco mi opinión de que los editores no deberían estar obligados a comentar en sus propias entradas al blog, a menos claro que se demuestre que sufren en algún grado de egocentrismo. Y a la vez solicitarles al editor y co-editor que continúen con el gran trabajo que vienen realizando ya que hacen de la reminiscencia de los eventos pasados algo mas grato para recordar.

Robert dijo...

Mis honorables editores:

Lamentablemente se dio la venganza de los editores con un solo propósito: (JUSTICIA).

Xavi de mi parte te pido mil disculpas por quedarme callado y por no dar mi criterio sobre la semana pasada, pero realmente se hizo injusticia ya que tú eres la persona que dedica una parte de su tiempo hacia nosotros.

Sin tus entradas en el Blog no tenemos conocimiento sobre lo acontecido, nos deleitamos de las buenas líneas que tú y el gran editor DRGN transmiten a los que comparten este maravilloso vicio, por lo que deberías de dejar de lado los rencores y ponerte a pensar en lo que vas a poner esta semana (ya te paso la tablita).

A mi realmente me gusta el blog, no creo que sea el único que espera con impaciencia el gran día lunes y ver nuestro Blog sobre las nuevas estrategias que nuestros rivales van a poner en ejecución, mi opinión es que deberíamos comentar todos como obligación hasta que nos enseñemos y dedicar un poquito de tiempo en lo que es nuestro.

Les invito a todos los holdem a que regalen un par de minutos a NUESTRA página, que opinemos y conozcamos más de sus Tip´s, que seamos más unidos y que no haya rencores para que este espíritu siga vivo durante años y años, para que el Manny sepa de nosotros desde la yoni, para que amigos particulares se unan a nosotros, para que realmente nos conozcan como los verdaderos viciosos del Texas. Me atrevo a decir que somos muy pocos grupos que hacemos esto en todo el mundo, con la única gran particularidad que nosotros somos verdaderos amigos que llevan en su frente la palabra sinceridad.

Entonces señores pongamos de parte para que no haya discrepancias y mejoremos al grupo.

Solo por eso Xavi en ésta semana que viene te voy a dejar que ganes un puesto más y que estés entre los 8 finalistas.

Suerte amigos.

Bomon7777 dijo...

Dicen que no hay nada más dulce que la venganza. Y que en el desquite no hay revancha. También está la máxima mitológica que reserva el placer de la venganza sólo para los dioses. Y así, si uno rebusca entre los cajones empolvados de la historia literaria y filosófica, la venganza ocupa un lugar de honor entre las razones que dieron para pensar y escribir al hombre.

¡Escribir! Ese, al menos para mí, es otro embriagante placer; estoy seguro que lo es también para Cyrano y DRGN, nuestros queridos editores. Pero como todo gusto, placer o vicio, no puede ser compartido por todos. Creo que el grupo de los Holdem es bastante homogeneo, nos une un vínculo fundamental que es el amor al verde tapete y a la adrenalina del all-in. Pero obligar a escribir comentarios a todos, es como querer obligar al Primo a ir a jugar basketball. Aquí mi primera reflexión: ¿Acaso hicimos bien en penalizar a quienes no querían escribir? Y cuando digo "hicimos", ¿por qué lo digo en plural si en realidad fue solamente el Xavi quien propuso y dispuso esta regla?

La segunda reflexión que tengo es respecto a la democracia de nuestras decisiones. Así como la regla de los comentarios en el blog nunca pasó por votación, así tampoco pasó la sutileza del ataque cerebralmente asesino en contra del co editor. Estoy seguro que, si se hubiera sometido a voto, no se hubiera aprobado. Y esto por varias razones, entre ellas porque el Gordito siempre pierde en las votaciones, y porque, a pesar de que su reclamo era semánticamente justo, éticamente estaba tan fuera del pilche como una meada en el baño de un avión pasando por turbulencias. Lo extraño es que, aún cuando esto lo pensamos todos, editor incluido, nadie dijo esta boca es mía. Talvez la dicotomía de la situación nos indujo al silencio. Xavi, tu defensa de ese momento debió haber sido pedir que se vote. Hubieras salido airoso.

Justa o injusta, la venganza es un plato que se sirve frío, y el acto de la revancha se disfruta más cuando se planea que cuando se ejecuta. Esperemos que el co editor haya lavado su resentimiento con este baño de desquite, yo por mi parte se que he expiado mi silencio sacrificando el add-on del lunes pasado. Sin embargo, el puerco gusanillo del despecho se muere de rabia cuando me digo a mi mismo que, gracias a la Venganza de los Editores, perdí veinticinco dólares en lugar de veintiséis, y el Xavi, con ventaja y todo, no pasó del décimo sitial.

Salud Editores, justicia bien habida, borrón y cuenta nueva.

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