On 2 feb 2010 6 comentarios

Supongo que la idea original buscaba evitar que el Luchito conectara su iPod y nos torturara de 7 a 11 con sus larguísimas diatribas de reggaetón, salsa, bachata y demás artículos de consumo masivo.

Visto desde esa perspectiva era una empresa loable en la que nada podía salir mal: Todos aportaríamos con 20 de las canciones que más nos marcaron en nuestras jóvenes vidas, y así confeccionaríamos un extenso, tolerante y variado soundtrack para nuestras noches de poker.


Sin más, recorrí durante 2 horas los vericuetos de un iTunes atestado con 30.000 canciones neuróticamente ordenadas buscando aquellas 20 joyas que pudieran representarme, que de alguna forma pudieran contar quién soy. Suena extraño pero creo se puede llegar a conocer con cierta precisión la edad, el carácter, los lugares que frecuenta y hasta los sitios en los que ha vivido una persona tan solo siguiendo el rastro del pequeño ADN digital instalado en su reproductor de música.

En mi caso, ese ADN estuvo formado inicialmente por 52 canciones pero entonces vino lo difícil: la mutilación, la extirpación. Y poco a poco fueron quedando fuera piezas importantes: Chao “La parte de adelante”, hasta pronto “Sister” querida. Y, lo confieso, en algún momento me sentí tentado a dejar la lista con 25 o 30 canciones, pero aquello era violentar el territorio de los demás, como cuando un conductor malcriado se detiene sobre el paso cebra. Al final quedaron las veinte de rigor: algo de Porcupine Tree, infaltable Black de Pearl Jam, One aunque me destroce cada vez que la escucho y algunas otras que me conmueven hasta la médula.


Pero algo extraño ocurrió anoche, una especie de deja vu que de 8 a 12 nos trajo de vuelta y en forma exclusiva y excluyente el reggaetón, la salsa, la bachata y demás artículos de antaño, apenas adornados por dos o tres raps que trajo el Manny. Y aunque de entrada se pensó que lo que sonaba era otra vez el iPod del Lucho, pudimos comprobar que en realidad era el Soundtrack Holdem, sospechosamente repleto de esa música que solo digiero en algún antro entre las 2 y las 3 de la mañana y con cinco gines encima. Pronto descubrimos la verdad: alguno o algunos habían invadido el paso cebra.

Decidí vengarme. Y mi venganza fue lenta y dulce (y hay que decir también que fue letal). Uno a uno los vi entregar sus cartas y abandonar la mesa de juego. No se oían Héroes del Silencio ni Babasónicos, pero sí se escuchaban sus lamentos al comprobar que sus juegos eran insuficientes y que su dinero irremediablemente terminaría al final de la noche en mis bolsillos.

Ahora, mientras escucho al gran Spinetta, y mientras cuento y recuento los millones ganados, empiezo a suponer que al final del camino y gracias a mis amigos, se tendría que incluir alguna de Daddy Yankee en mi ADN musical. Pero no gracias!! Paso!!

6 comentarios:

FLAKO dijo...

Ja ja muy buena Dragón hoy en giga conversábamos con el Lucho del tema antes de tu entrada el pobre no cacho lo del 2 y el cero solo eran 20 canciones creo que se le fueron algo asi como 200 pero agradecemos tu contribución, espero el resto acolite con sus 20 para completar esa valiosa recopilación, pilas solo 20……
De a malas chamos Les cuento que posiblemente el lunes proximo es el ultimo poker en la sede oficial la buena noticia es que tenemos a disposición el depar del Boris para continuar con el buen arte, como no puede ser de otra manera al igual que en Gigabyte no costará ni una ciega baja disponer de la nueva sede Detallazo Boris .
Por otro lado espero que en este torneo todos usemos este espacio somos privilegiados al tener esta oportunidad
Suerte a todos sigan el blog y pronto les soltare algunos tips

Bomon7777 dijo...

Sin menoscabar un ápice la prosa de Cyrano, debo decir que me acabo de deleitar con el artìculo que escribió nuestro querido y extrañadao DRGN. Es difìcil escribir sobre una derrota, porque se tiende a exagerar las excusas y a dramatizar las circunstancias desfavorables que nos hicieron perder; pero es màs difícil aún narrar nuestras victorias, porque el ego se apuntala sobre el triunfo, y a veces nuestra oda nos hace lucir vanidosos y soberbios. Mi primer bravo al Jota por haber esquivado tan magníficamente estos defectos, regalándonos una armoniosa lección -porque hay que decir que tiene muy buen gusto musical- sobre bandas y temas imperecederos. Comparto con el Jota mi disgusto por las bachatas y el reggaeton, al que solamente me sobrepongo si una curvilínea beleza insiste en bailar conmigo.

Pero en cuanto al poker se refiere, solo debo decir que el esfuerzo del Sensei fue insuficiente pues continúa tercero. Se le agradece de todas formas por cortarle el camino al AC, que todavía me pisa los talones.

Anónimo dijo...

Me gusto la entrada JC, y creo que se debe quitar las canciones que en exceso tenga cada uno, por que se irrespeta el espacio y tiempo de los demás.
Gracias Boris por ofrecer tu casa como sede, detallaso.
Mell::::*

Editor dijo...

Y el editor oficial vuelve con sobrados meritos, este es un pequeño ejemplo de porque a este individuo me honro en llamarlo mi Sensei, excelente entrada, quizá deba aclararse para los foráneos que sueñan con pertenecer a este grupo que el famoso Lucho cometió un pecado imperdonable, puso una canción "mix" que duraba más de 20 minutos, se supone que cada Holdem aporta con 20 canciones, pero el Luchito se olvido que en promedio una canción dura 3 minutos y no más de 20! Estoy convencido que no fue mala fe... simplemente el afán de exteriorizar sus particulares gustos hacia los demás y confiar en su benevolencia (craso error!).

Otro punto de vista que también merece resaltarse es que la "Música de los Holdem" es una fotografía y no un retrato, en el primer caso el lente capta la verdad, cruda, sincera, no necesariamente linda o exquisita, simplemente la verdad, en los retratos podemos pedir que nos retoquen las fallitas, que realcen nuestras bondades, pero este no es el caso, a cada Holdem se le pidió que pusiera su música favorita, sin importar el género, la melodía, el artista ni la letra, simplemente lo que su oído disfrutara, por tanto los juicios de valor son improcedentes e innecesarios, la amistad absoluta se fundamenta en la tolerancia ciega, así que señores reguetoneros, bachateros, san juaneros, Maricelos y salseros, sean reivindicados sus derechos, respiren tranquilos que sus canciones sonaran con plena libertad en la hueca de los Holdem como en el radio del bus hacia su casa!

Markeins dijo...

A diferencia del Boris, pienso que las canciones que he seleccionado si bien no me describen del todo, si pueden llegar a representar remembranzas de momentos especiales de mi vida y por ende son parte de lo que soy y siento actualmente.

Creo que por la selección de canciones de cada uno se puede llegar a medir ciertos aspectos de su personalidad y sobretodo de sus gustos y preferencias.

Me parece súper interesante la idea y a pesar de que aun no he cumplido con la entrega de los mismos, tomen en cuenta que si para ustedes escoger 20 títulos fue difícil, para mi seleccionar 20 de entre los más representativos para dos personas (mi Flakita y el presente servidor) ha sido una tarea un poco menos que imposible.

Sin embargo el listado está listo y a pesar de que no soy reggaetonero, si comparto los gustos musicales de quienes considero mis rivales en la mesa, mis amigos dentro y fuera. Así que señores les pido un poco mas de comprensión y respeto por quienes tienen esa tendencia musical.

Un abrazo a todos y nos vemos el dia lunes!

Bomon7777 dijo...

No había visto el comentario del Markeins hasta hoy, y me gustaría decirle que no se preocupe por mí en lo absoluto. El hecho que un tipo de música no me guste cae precisamente dentro del ámbito del derecho personal a tener un gusto particular, y por tanto es perfectamente respetable expresar el disgusto que uno tiene por un género musical. ¡Ojo! Jamás ni el Jota ni yo hemos criticado a alguno de los panas por sus melodiosas preferencias, nos hemos limitado a expresar nuestro poco agrado por el tipo de canciones, mas no por el tipo a quien le gustan.

Con esta aclaración, Markeins, espero que no creas que alguien como yo pueda juzgar a otra persona, y menos por las tonadas que escucha. Hace tiempo que se que ni el hábito le hace al monje, ni al libro la cubierta. Además, yo puedo oir de todo, lo cual no quita que, cuando puedo elegir, elijo sólo lo que me gusta, como todos. Y concuerdo contigo que lo que me gusta no me define, pero si da un tono a mi caracter. Como cuando el Jota oye One de U2 y se vuelve masoquista, aunque en relidad no lo sea.

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