Nuestro editor es sabio, debo comenzar pidiendo disculpas, quizá mi grave y varonil voz fue malinterpretada, o tal vez mi semblante se puso más serio de lo normal. Lo importante es que mi intención jamás fue crear un ambiente tenso o desequilibrar la balanza hacia ningún lado. El Flaco es mi brother y como lo he dicho en este blog, lo admiro como jugador, el Gordito, alias KristiAn, alias The Game es un cague de risa y como contricante de cartas es de temer, es un placer ganarle una partida!

Sucede que tienen la mala costumbre de consultarme todo en los juegos, por algún motivo debo opinar siempre sobre qué se debe hacer, desde hoy en adelante me voy a dedicar simplemente a ganarles en absoluto silencio.

Esta noche palman Guambritos, vamos por la punta Carajo!

Más allá de la fortuna o la mala racha, más allá de la estrategia o la pura intuición, más allá de las diferencias de opinión o los comentarios de humor fino y rápido, en la mesa que nos proveen el Flaco y el Robert -gracias, señores- nos sentamos como iguales, como amigos y como rivales. Esta frase se la debo a Cyrano, pero no la cito entre comillas, por la sencilla razón que es la más pura verdad... las comillas, y para el caso también los argumentos, le sobran.

Aplaudo el comentario del Gordito, digno de un cónsul por lo diplomático, y celebro el acto de contrición del Xavi, que lo enaltece más que su "grave y varonil voz" -aquí si van las comillas, con el perdón de Cyrano-. Finalmente, el rito lunático, en el que nos solazamos cada semana, es esencialmente la excusa que nos reúne como panas. A lo mejor no sea yo la persona más indicada para hablar de esto, talvez soy solamente un outsider muy contento de ser bien recibido, pero, de todas formas, no puedo dejar de rescatar el valor primordial de esta congregación. Ya seamos cerebrales o temerarios, intuitivos o estratégicos, somos a la vez amigos que rivalizan y contrincantes que fraternizan. Y más allá del naipe, sus caprichos y sus deleites, somos compadres.

Compadre Boris: AMEN!